martes, 2 de mayo de 2017

YOUNG PROGRAMMERS – THINK PLAYGROUNDS, NOT PLAYPENS – MARINA BERS



Marina Bers comienza su conferencia haciendo una comparativa entre los beneficios de jugar en un patio al aire libre o jugar en un parque dentro de casa para intentar hacernos entender la gran diferencia entre utilizar unas metodologías ya obsoletas o apostar por las nuevas herramientas como la programación robótica. 
Para Marina Bers, los juegos en el patio fomentan el desarrollo de la imaginación, las habilidades sociales, las habilidades motoras, la persistencia, habilidades de planificación, coordinación, habilidades de liderazgo, pensamiento de diseño e “ingeniería”. Así, al mismo tiempo que se divierten, están aprendiendo y desarrollándose de manera integral en todas las áreas de desarrollo: cognitiva, motora, moral, social, emocional. Sin embargo los "parques infantiles" limitan sus posibilidades e impide que desarrollen su creatividad, sus habilidades motoras y sociales aunque se utiliza porque nos da sensación de seguridad y porque es más cómodo, ¿por qué no decirlo?

Como docentes, algunos de los errores más comunes en los que caemos es en la comodidad...se tienen materiales preparados, programaciones ya redactadas y los libros de texto ya elegidos. ¿Por qué cambiar nuestra metodología si hasta entonces, no ha ido tan mal, no ? Pues resulta que uno de los principios que ha de regir en los docentes es el de formación permanente y el de renovación constante para ofrecer a nuestros alumnos y alumnas lo mejor de nosotros mismos. 

Así, Marina Bers nos anima, en concreto, a introducir las nuevas tecnologías en las aulas para que los alumnos y alumnas comiencen a programar desde edades tempranas, cuando aún son curiosos y tienen inquietud por aprender y no esperar a introducir la robótica en educación secundaria y superiores. Codificar se convierte así en los nuevos conocimientos informáticos que están al alcance de todos a través de programas o herramientas como Scratch, que permiten a los niños programar incluso antes de dominar plenamente la escritura. Otro nivel diferente al de Scratch, que es una herramienta virtual, es la utilización de robots en el aula con los que se puede interactuar y nos presenta así, a Kibo. 

Kibo es un robot con el que sí se puede interactuar. Se programa sin pantallas, sólo sin pantallas, sólo con blocs de madera que tienen un código por colores y gracias a los sensores del robot, éste puede interpretar las órdenes que se le mandan: luces, sonidos, movimientos, sensores de distancia para detectar otros robots...

¿Y si es tan intuitivo, cual es la misión de los docentes?

Nosotros no estamos en posesión de toda la información y la verdad como hace décadas sino que debemos trabajar de manera integrada con los niños, orientándolos y planificando situaciones de aprendizaje en la que ellos puedan aplicar sus conocimientos y resolver los problemas que se les proponen para que, a través de la experimentación y el error, puedan aprender. Así, aprender no es hacerlo bien la primera vez o aprobar un examen al final sino que es un proceso continuo de revisión, de mejora y de compartir con los demás. No aprendemos con lo que nos cuentan sino con lo que hacemos

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