Tras la charla de estas “mujeres gitanas” tal y como se describen ellas
con orgullo, he podido comprobar que ha habido un avance por parte de la comunidad
gitana en cuanto a educación o trabajo pero que aún queda un largo camino por
recorrer.
En esta charla se ha hablado de una doble discriminación que sufren estas
mujeres, primero por ser mujer y luego por ser gitana y cómo tienen que luchar
constantemente contra los estereotipos que van marcando que, según sus propias
palabras, es el “tatuaje que más duele”. De igual modo, han hablado sobre “las
gitanas invisibles” que pasan desapercibidas y que han conseguido muchos logros
pero que no son visibles para la sociedad puesto que ésta ayuda a que perduren
los estereotipos sobre la etnia y cultura gitanas. Sin embargo, tras la
intervención de la Directora del Colegio Pio XII, se ha podido constatar que,
en muchas ocasiones, esos estereotipos son realidades pues una gran parte de la
comunidad gitana que contribuyen a que sea así y que debe de haber un
compromiso que implique a todas las partes para que estos estereotipos no
perduren en el tiempo y no sean causas de discriminación.
En este sentido, la educación y el sistema educativo tienen un cometido
fundamental: favorecer la inclusión en las aulas y centros desde pequeños para
garantizar la igualdad de oportunidades para que puedan acceder a una educación,
una vivienda y un empleo dignos. Para
ello, es imprescindible la cooperación y el trabajo conjunto para que las dos
cultura puedan convivir desde el respeto y la tolerancia.
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